Así nace Hilván, la nueva etiqueta de Hilo Negro, un vino joven que honra esos primeros pasos que lo cambian todo. Como en la costura, hay detalles que no se notan, pero que hacen que todo encaje. Lo mismo pasa en el mundo del vino: hay gestos sutiles que lo sostienen todo sin hacer ruido. Y justo ahí vive este tinto: en lo esencial.
Desde el corazón del Valle de Guadalupe, la bodega vuelve a hacer lo que mejor sabe: transformar técnica en emoción, estructura en sabor, intuición en algo tangible. Cada vino de Hilo Negro lleva el nombre de una puntada, porque cada uno tiene su ritmo, su estilo y su intención. Y Hilván es justo eso: la costura que guía, que une, que da forma sin querer robarse el show.
¿Su mezcla? Una combinación con flow: 50% Cabernet Sauvignon, 25% Primitivo y 25% Nebbiolo, sin barrica, sin adornos, sin filtros. Así, directo. Un tinto de color rubí profundo, con aromas a cereza y grosella fresca. En boca es suave pero con carácter, taninos firmes pero buena onda, y una acidez que equilibra como una buena conversación.
Hilván no quiere ser el centro de atención. Quiere ser el vino que acompaña. Ese que va con la pizza del viernes, la tabla de quesos al atardecer, la hamburguesa jugosa o el asado dominguero. Versátil, fácil de querer, con 13.9% de volumen alcohólico y una temperatura ideal entre 16 y 17°C. Ligero, pero con fondo. Sin barrica, pero con historia.
Y aunque es joven, tiene con qué sostenerse. Su estructura le permite guardar hasta 5 años, ganando capas, matices y complejidad en el camino. Como un buen hilván: tal vez desaparece, pero deja huella.
Solo se hicieron 500 cajas. Porque esto no es para repetir en masa. Es una edición especial que captura ese instante antes de que todo esté terminado, cuando la promesa aún está en el aire y el diseño empieza a cobrar forma.
La botella es minimal: limpia, honesta, sin poses. Como una tela antes del corte final. Como un boceto con intención. Porque cuando algo está bien hecho desde el origen, no necesita vestirse de gala para ser memorable.
Con Hilván, Hilo Negro vuelve a recordarnos que el vino también puede contar historias. Esta no es solo una etiqueta nueva. Es un homenaje a lo invisible que lo sostiene todo.
Hilván es eso que une momentos. Lo que hace que una charla, una comida o una tarde cualquiera se quede contigo.
Una puntada ligera, sí. Pero imposible de olvidar.
Para más información visita https://vinohilonegro.com/ o únete a sus Redes Sociales:
Hilo Negro Viñedos y Bodega
https://www.instagram.com/hilonegrovino/
Fotos e información: Cortesía