Existen diferentes etapas de educación ambiental, que ayudan a que nuestro día a día genere cambios importantes para el planeta. De acuerdo con la Bióloga Frida Murillo, “la primera etapa es el conocimiento y reconocimiento de los diferentes problemas que existen, dando lugar a una segunda etapa, que es la reflexión para definir qué acciones podemos realizar, y la tercera consiste en compartir información para generar conciencia e involucrar a la sociedad para que contribuya con esta labor”.
Actualmente, ha aumentado la preocupación por el cambio climático y a veces llegamos a creer que nuestras pequeñas acciones no ayudan, sin embargo, es todo lo contrario, todas ellas, en conjunto, abonan a lograr grandes metas para el cuidado del mundo.
“Tenemos que estar en constante movimiento tomando acciones inmediatas cuando hay un incendio forestal, sequías, inundaciones, etc., porque estos incidentes no nos van a esperar a que actuemos”, comentó la Bióloga Frida Murillo.
Actividades que se pueden generar en casa
Existen muchas actividades, por ejemplo, volverse constructores desde casa: construir hoteles para insectos u hogares para polinizadores como abejas, aves, moscas, mariposas, colibrís, ya que estos se encuentran amenazados por la pérdida de su hábitat, por deforestaciones o plaguicidas con ingredientes dañinos. Éstos son muy importantes tanto para polinizar, como para controlar plagas que pueda haber en los jardines o plantas. Además, ayudan a evitar la compra de productos no orgánicos que pueden maltratar a otras especies y formar basura.
Reducir, reusar y reciclar, “aunque nos cansemos de escuchar esto, es necesario comenzar a implementarlo” menciona la bióloga. La gran relevancia de separar residuos es que nos ayuda a disminuir el número de contaminantes, evita la muerte de diferentes especies por consumo de plástico, impide que se dispersen las sustancias tóxicas y que no se contaminen los cuerpos de agua, además de prevenir la proliferación de enfermedades y fuentes de infecciones en las ciudades.
Compartir iniciativas, por ejemplo, los centros de acopio de grupo AlEn que se encuentran ubicados en Monterrey y Saltillo, los cuales reciclan más de 1.5 millones de botellas de plástico al año.
El uso responsable del agua es aprender a utilizar una menor cantidad, a la hora de bañarnos, lavar ropa, lavar trastes, lavarnos los dientes. Se calcula que por persona se utilizan aproximadamente 360 litros de agua al día, de acuerdo con datos proporcionados por la UNAM. Es necesario empezar a reutilizar el agua, por ejemplo, el agua con Pinol o la que utilizamos para hervir verduras, nos sirve para regar nuestras plantas.
“Necesitamos convertirnos en un consumidor responsable, tenemos que elegir bien los productos que compramos y pensar qué tanta basura generaremos, si realmente necesitamos el producto y si podemos suplirlo por otro” agregó la Bióloga Murillo. Unirse a los trueques; a veces compramos cosas que no vamos a utilizar constantemente, por lo que podemos intercambiarlas con alguien que las necesite y nos pueden dar algo que sí necesitemos. Reutilizar, buscar formas creativas para alargar la vida útil de un producto, lo que puede resultar en un beneficio económico para nosotros.
Migrar a un consumo certificado, es decir, buscar que los productos que compramos vengan de una cadena de proveeduría que tengan buenas prácticas con el medio ambiente, por ejemplo, productos que tengan el sello FSC (Forest Stewardship Council por sus siglas en inglés o Consejo de Administración Forestal en español) implica que un producto está ayudando a cuidar el ambiente y que cumple con altos estándares de calidad para protegerlo.
La Bióloga Murillo, comentó que un árbol absorbe la contaminación generada por 10 automóviles y para que una sola persona tenga suficiente oxígeno al día, se necesitan 22 árboles.
Si vives en espacios pequeños
Si se vive en espacios pequeños o en departamentos, también podemos aportar. Una idea es que busquemos a otras personas para aliarnos, ya que en conjunto se pueden adoptar pequeñas áreas o árboles, camellones para poco a poco ir aumentando estos espacios que ayudan a que los polinizadores hagan su trabajo y se preserven las áreas verdes.
Educando a nuevas generaciones
Es importante sembrar la semillita de la curiosidad en los pequeños del hogar, ya que estas nuevas generaciones crecerán generando más cambios para mejorar nuestro planeta. En este sentido, es importante enseñarles a dónde pueden llevar diferentes artículos para reciclarlos, esto con el paso de los años, ayudará a que crezcan con esta cultura y a que continúen haciéndolo cuando sean mayores. Los padres deben informarse para poder transmitirles todos estos conocimientos para que cada vez se difundan más las diferentes iniciativas.
De esta manera, la Bióloga Frida Murillo hizo una invitación a los asistentes para continuar realizando pequeños cambios que, poco a poco se convertirán en grandes acciones que ayudarán a la población a crear un mundo mejor.
Y tú, ¿ya sabes cuál será tu primer cambio para mejorar el mundo en el que vivimos?
Pinol te invita a conocer más información:
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Fotos e información: Cortesía